Y la reflexión de hoy: Mujer búscate un hombre que te quiera por lo que eres, por la esencia, por la maravillosa luz que sale de ti, no por aquello que puede mostrar tu escote o una falda corta.
Te quejas de aquellos hombres superficiales, entonces, no busques tú esa clase de hombres, prepárate para que llegue a ti un ser humano maravilloso, que vibre con tu sintonía, aquel que antes de ver bajo tu falda prefiera ver tu sonrisa y lo que escondes detrás de ella.
No te prestes para juegos, no creas que lo que necesitas es alguien que te ame mucho, prefiere a alguien que te ame mejor, porque no importa el cuánto, sino el cómo.
Permite que llegue a tu vida ese hombre que sea luz, compañía, complicidad, pasión, quizá no el más guapo de todos, pero recuerda, tú misma profesas que la belleza debe ser interna.
Mujer, ámate y deja que te amen, y también destiende la cama, pero que cuando por las noches eso suceda, tengas la certeza que que ambos estrenaran la luz mañana...
No busques un hombre esos del montón, recuerda, tú eres única y por ende mereces además, ser la única compañera, donde hay tres siempre alguien sale lastimado. No eres tan poco como para que el hombre necesite buscar a alguien más para complementar, y además, él no es tanto.
Mujer, busca quien ame el brillo tras tus ojos, el corazón tras tus senos, el vientre tras tu sexo... Busca quien brille contigo, y quien tenga la capacidad de entender que no eres perfecta, pero seguro eres maravillosa.